Hace unas horas la noticia conmocionaba al mundo: una embarcación sumergible, que llevaba a turistas a ver los restos del Titanic, había perdido toda comunicación y no se podían localizar. Ahora, al conocerse más detalles, el tiempo corre en contra de la tripulación, la cual no tiene muchas horas de oxígeno.

La cápsula se llama Titán y es de la empresa OceanGate Expeditions. Para ver los restos del Titanic, el Titán debía bajar hasta los 3.800, pues su objetivo se sitúa a 600 km de la costa de Newfoundland, en Canadá, a 3.800 metros bajo el nivel del mar.

La inmersión costaba 250.000 dólares

El precio para ver los restos del Titanic es de 250.000 dólares y en total viajaban cuatro pasajeros más el comandante. La inmersión estaba establecida para las 16:00 horas del domingo, con dos horas de bajada y dos de subida, pero poco antes de cumplirse las dos horas se perdió el contacto.

De hecho, no es la primera vez que el Titán tiene problemas de esta índole. El pasado verano estuvo perdido y no se pudo localizar durante unas horas, ya que no tenía comunicación con la nave nodriza. Ahora, los pasajeros solo tienen aire para 96 horas y el tiempo corre. Además, administrar oxígeno a tal profundidad es casi imposible. Por ello, las hipótesis para encontrar la causa de su localización son muchas, pero estas son las más repetidas.

Las hipótesis de la desaparición del Titán

Una de ellas es que las comunicaciones hayan fallado y todo esté funcionando correctamente salvo la conexión con la nave nodriza. Otra puede ser que falle el sistema de propulsión. Al tener cero comunicación, la cápsula puede estar saliendo a la superficie, pero muy poco a poco. La peor de todas es que el Titán se haya quedado atrapado en el Titanic.

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